¿Qué pasa si no haces testamento? Inconvenientes reales de dejarlo para más adelante

Aunque a nadie le gusta hablar de cuando no esté lo cierto es que hacer testamento es precisamente pensar en los demás. No se trata solo de dejar bienes, sino de dejar orden, tranquilidad y claridad a quienes más quieres En Adiser tratamos con herencias y uno de los mayores inconvenientes es la falta de testamento. Hacer testamento no es un gesto de despedida, sino una muestra de amor, previsión y responsabilidad.
Hablar de testamentos no es fácil. Muchas personas lo asocian con la muerte y, por tanto, lo evitan durante años o incluso toda la vida. Sin embargo, redactar un testamento no es un acto fúnebre, sino un gesto de responsabilidad y previsión. Lo cierto es que no hacer testamento puede traer consecuencias complejas, lentas y costosas para tus seres queridos.
En este artículo te contamos qué sucede cuando una persona fallece sin haber hecho testamento y por qué es recomendable anticiparse.
¿Qué es morir "intestado"?
Morir intestado significa fallecer sin haber otorgado un testamento válido. En este caso, será la ley —concretamente el Código Civil— la que determine cómo se reparte la herencia, independientemente de cuáles fueran tus verdaderos deseos.
Principales inconvenientes de no tener testamento
La herencia se reparte según la ley, no según tu voluntad
Cuando no hay testamento, los bienes se distribuyen siguiendo un orden legal estricto: primero los hijos y descendientes, luego los padres, el cónyuge, y así sucesivamente. ¿Y si querías dejarle algo a tu pareja de hecho, a un amigo, a una persona que te cuidó, o a una ONG?
Sin testamento, eso no será posible.
Mayor complejidad y lentitud en los trámites
Tramitar una herencia sin testamento es mucho más lento. Los herederos deben iniciar una declaración de herederos abintestato, un procedimiento notarial (o judicial en algunos casos), que implica reunir documentación, identificar a todos los herederos legítimos y superar posibles conflictos.
Lo que podría resolverse en semanas con testamento, puede tardar meses o incluso años sin él.
Aumenta el riesgo de conflictos familiares
Cuando no hay una voluntad clara por escrito, pueden surgir disputas entre familiares. Desacuerdos sobre qué hacer con una propiedad, quién tiene derecho a qué, o incluso sobre quién debe encargarse de los trámites, son más frecuentes de lo que parece.
El testamento actúa como una guía clara que reduce fricciones y malentendidos.
Puede ser más costoso
Los procedimientos necesarios para repartir una herencia sin testamento suelen implicar más gestiones legales, más tiempo con abogados y más costes notariales. Además, si el proceso se alarga, se corre el riesgo de que prescriban los plazos para beneficios fiscales en el impuesto de sucesiones.
Situaciones injustas o no deseadas
En ausencia de testamento, pueden producirse situaciones que no habrías querido:
- Tu pareja no recibe nada si no estáis casados legalmente.
- Un hijo con el que no tienes relación recibe parte igualitaria.
- Bienes familiares acaban en manos de herederos lejanos.
Todo esto se evita dejando tu voluntad por escrito.
Hacer testamento es más fácil de lo que piensas
Una de las excusas más comunes para no hacer testamento es que “ya lo haré más adelante”. Pero lo cierto es que hacer testamento es un trámite sencillo, económico y completamente reversible ya que puedes modificarlo siempre que lo necesites.
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